En la Biblia está escrito sobre un profeta que se llamaba Elías, que enseñaba sobre la voluntad de Dios para las personas. Elías respectaba mucho a Dios y Lo obedecía, por eso muchos milagros ocurrían cuando él usaba la fe. Cierta vez Elías oró para llover y así aconteció, otra vez bendijo una viuda que estaba con hambre, él fue muy usado por Dios.
Un día Elías tomó un importante desafío con los profetas que adoraban a los dioses falsos. El profeta Elías dijo al rey Acabe que junte todos los profetas que sirven a otros dioses y mandó que el pueblo de Israel también estuviese presente. Amiguitos muchas personas del pueblo de Israel, que era pueblo de Dios, estaban obedeciendo a los profetas de Baal, y hacían las cosas equivocadas que desagradaban al Dios vivo.
Entonces todos se reunieron en el monte Carmelo, y Elías dijo
para el pueblo que no podía haber dudas, y que debería decidirse si servían a un
Dios o a dioses engañadores, y hizo un desafío con los profetas de Baal,
diciendo: “hagan un altar para sus dioses y preparen un sacrifico para ellos,
llámelos. Después yo voy a hacer la misma cosa, pero clamaré a mi Dios. Y el
Dios que derramare el fuego sobre el sacrifico este es el
verdadero”.
Él creía que Dios lo respondería, y no tuvo ningún miedo en
tener que enfrentar ochocientos y cincuenta profetas. Los profetas se quedaron
gritando hasta el medio día y no tuvieron ninguna respuesta. Pero Elías hizo
apenas una simple oración diciendo: “Él Señor Dios, muestra que tú Señor eres el
rey de Israel, el verdadero, y que tú eres el profeta.
Respóndeme...”.
Dios oyó y respondió la oración de Elías y el fuego cayó
sobre el altar y el sacrificio, y el pueblo de arrodillo y grito “¡El Señor es
Dios!¡Solo el Señor es Dios!”
En la Biblia está escrito que: “Cuando las personas
honestas llaman al Señor, Él los oye…” (Salmos 34.17). Elías fue respondido
porque era sincero y honesto con Dios. Si fuéremos obedientes y sinceros,
también seremos atendidos, pues Dios nunca dejará que seamos avergonzados.
Debemos solamente obedecer, usar la fe y confiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario